Las siguientes fotografías tienen como concepto restaltar la belleza de la naturaleza y su imponencia con relación al ser humano.
La siguiente sesión de fotos fue algo informal, aprovechando que teníamos a una amiga de visita. El primer día que intentamos hacer el estudio había pronóstico de lluvia, nos fuimos preparados con sombrilla y chaquetas en caso tal que lloviera durante el estudio pero la lluvia se desató apenas iniciamos el estudio. Alcancé a tomar pocas fotos, pero no logré desarrollar la idea, ni tampoco a establecer esa confianza con la modelo para explorar poses y ángulos. Este fue el resultado de esa primera sesión:
La lluvia dificultó mucho la sesión. Intentamos continuar con las fotos pero la cámara no tenía suficiente protección para el agua, y el sonido de la lluvia en el lugar interfería con la dirección de las fotos, por lo tanto decidimos cancelar el estudio fotográfico.
Para la siguiente sesión hice una mejor preparación del estudio. Descargué algunas fotografías de otros fotógrafos como referencia de lo que quería lograr, y discutí esa idea con mi esposa y amiga para coordinar un poco con anticipación la iluminación y poses. También escogimos entre 3 y 5 tipos de vestuario para tener suficientes opciones y variar el ambiente de las fotos durante la sesión.
El resultado de esta nueva sesión fue muy satisfactorio, pues no solo desarrollamos la idea, también hicimos variaciones de la misma y nos adecuamos al ambiente.
Comenzamos resaltando la inmensidad del bosque en el que estábamos. Para capturar todo el detalle de los árboles y la modelo, cerré el drafragma a aproximadamente f/9, sin embargo se me dificultó un poco enfocar correctamente a la modelo por tanto detalle a su alrededor. La luz tampoco estaba muy estética, casi desde arriba, provocando sombras indeseadas en la cara.
Utilicé el lente 70-200mm por su nitidez y la perspectiva que genera, noten cómo los árboles se ven casi perpendiculares.
Continuando nuestro recorrido en el bosque, encontramos un espacio más privado y con menos densidad de árboles. La luz del día estaba más favorable, decidí entonces hacer tomas más de cerca, y mi esposa me asistió con un reflector de luz, que es una tela plateada, la cual ayuda a dirigir luz al sujeto y rellenar sombras.
Los arbustos del lugar fueron perfectos como fondo de las fotos. Usamos mucho repelente para evitar picaduras de insectos, lo único incómodo fueron las arañas y telarañas que habían en el lugar.
Continuamos moviéndonos en esa zona para explorar más cambios de luz, ángulos de cámara y así variar las poses de la modelo. Ya todo el equipo estaba trabajando a la perfección después de una hora, mi esposa estaba manejando adecuadamente la reflexión de luz, nuestra amiga ya estaba más en confianza sugiriendo poses y yo ya había logrado control y dirección sobre la sesión.
Mi esposa sugirió un espacio lleno de arbustos, clave para retomar de nuevo esa mezcla de naturaleza con retrato. Espontáneamente experimentamos con algunas fotos de desnudos, las cuales salieron espectaculares por todas las texturas que brindaron las hojas alrededor de la modelo.
Ya de regreso concluimos el estudio con esta pequeña sesión bastante diferente, enfocada a retrato.
Algunas fotos detrás de “cámaras” de la sesión de fotografía.