Hoy tuve el privilegio de estar en una exhibición del gran artista Alexander Calder. Pocas personas conocen a este gran personaje, quien revolucionó el arte de la escultura en la primera mitad del siglo XX.
La escultura tradicional es estática, sin embargo, Calder introdujo los móviles (término acuñado por Marcel Duchamp) en este tipo de arte, que son esculturas en movimiento, u objetos suspendidos en equilibrio.
Calder trabajó principalmente con alambre, y parte de su trabajo fueron retratos en este medio, que parecen líneas en tercera dimensión. Esta exposición reune la gran mayoría de sus retratos.
Sin duda, para los admiradores de Calder, ver todas estas obras en un solo lugar es un gran privilegio, y es un encanto a la vista. Yo repetí el recorrido, tratando de memorizar las formas de esos alambres trenzados, que desde diferentes puntos de vista muestran los rasgos de los personajes retratados.
En uno de mis artículos anteriores, publiqué una serie de videos que muestran su famoso circo, conformado por figuras móviles hechas de materiales reciclabes, con las cuales el artista realizaba reuniones y divertía a sus amigos más cercanos, dentro de los cuales estaba en artista Joan Miró. Ver artículo.
Parece que Calder nunca dejó de ser un niño. Al menos su arte irradia alegría, burla (en el buen sentido de la palabra), picardía, belleza, y sobre todo mucha creatividad.